Elevada al estatus de "culto" gracias sobre todo a la excelente y fidedigna adaptación cinematográfica que David Fincher realizó en 1999.
La ópera prima de Palahniuk gira en torno a la figura del narrador, un personaje hastiado de un trabajo que le obliga a viajar sin descanso a lo largo y ancho de los EE.UU y de una vida sumergida en una espiral de materialismo e insomnio crónico.
Ante esta situación y para poder combatir la falta de sueño, comienza a asistir a grupos de apoyo de enfermos terminales, a los que termina por hacerse adicto, su faro para sentirse liberado y poder conciliar por las noches.
Al menos hasta la irrupción del personaje femenino que sirve de detonante para que el insomnio regrese y con él, comience a percibir el mundo de una manera totalmente diferente.
Este nuevo mundo se rige bajo la desposesión material, la anarquía, la liberación del individuo y por supuesto la violencia; y tiene en la figura de Tyler Durden a su máximo abanderado.
Entre ambos comienza una turbulenta amistad nacida de la admiración que profesa nuestro narrador por la figura cuasi-divina de Durden.
Poco a poco una nueva forma de pensar se abre camino en la mente de nuestro protagonista, una que acaba por germinar y florecer en: "El Club de la Lucha", un lugar de reunión con la única finalidad de organizar peleas entre sus integrantes (el medio para liberarse a sí mismos) y que acabará por dar lugar a una asociación más grande y que persigue una serie de objetivos anárquicos mediante el uso de la violencia como herramienta.
La violencia, pilar imprescindible y necesario sobre el que esta obra reposa.
Para reflejarla, en muchas de sus variantes, Palahniuk se sirve de una escritura ruda, áspera y muy sucia, pues el viaje de autodescubrimiento que el personaje experimenta así lo requiere.
El autor nos invita a acompañarle y por el camino nos deja alguna reflexión con la que será fácil identificarnos y cuestionarnos a nosotros mismos.
Y si bien encontramos esos momentos de introspección, "El Club de la Lucha" no olvida su concepción y no deja de ser una novela callejera centrada en la evolución del personaje y en el ya mencionado proceso de redención y redescubrimiento, consiguiendo el justo equilibrio entre una novela de puro entretenimiento que se devora con ferocidad, pero siendo uno consciente, de que mientras "engulle", da cuenta, de una historia sustanciosa.
![]() |
Chuck Palahniuk |
El estilo de Palahniuk, al menos para con esta novela, es tan particular que parece que haya que comulgar con la idea de "odiarlo o amarlo" cuando uno bucea en busca de opiniones acerca del autor.
No podría estar en mayor desacuerdo.
Te podrá gustar más o menos, pero es una manera de escribir tan personal como pueda serla la de cualquier otro escritor y desde luego no como para resultar objeto de diatribas tan exacerbadas.
El mundo caótico que el autor quiere, y consigue plasmar, no deja de ser en ocasiones un tanto confuso, pero no por ello se convierte en un hándicap.
Por estas y otras razones que el lector descubrirá durante la lectura, "El Club de la Lucha" se convierte en una novela recomendable y muy singular, de fácil digestión; y aun sin pretender querer cuestionar nuestra moral o hábito de vida, sí es cierto que hace gala de unos posos más profundos, y originales, de los que uno pueda aventurar en un en un principio.
Su dinamismo invita a lectura y es un gran punto a favor, pues no os durará más que una o dos tardes, y a cambio disfrutareis (o no) de una historia, cuando menos, insólita.
PREMIOS:
1997: Premio a la mejor novela Oregon Book.
1997: Premio de la Pacific Northwest Booksellers Association.
Quizás te interese:
La Naranja Mecánica (Anthony Burgess)
El Exorcista (William Peter Blatty)
Me encanta la manera que tienes de redactar, se nota que eres buen escritor.
ResponderEliminar