Bélver Yin - Jesús Ferrero

Es posible que el nombre de la autor de esta obra os sea desconocido, por lo menos para mí lo era hasta no hace mucho. Pero el caso es que tenía en casa esta novela suya titulada Bélver Yin, y claro, yo que soy curioso y amante de las listas siempre estuve intrigado en su lectura, pues a poco que uno bucea por los listados de las grandes obras de la literatura española es difícil no encontrarla en todos ellos.
Así que me puse ojos al libro para disfrutar de las palabras del zamorano Jesús Ferrero.

Tras un breve, sobredimensionado e insustancial prólogo fruto de la pluma del también escritor Antonio Álamo, del que prácticamente se desprendía que todo el mundo tenía este libro como referencia, que los chavales se lo prestaban entre ellos en el cole a falta de una buena peli de aventuras, etcétera, etcétera, mis expectativas, he de reconocer, se agrandaron, comedidamente, pero se agrandaron y quizás, quizás no, seguro, fue un error por mi parte.

Comienza la novela propuesta por el autor y este decide situarnos en la China de los años 30 y a través de los ojos de los dos personajes principales: Nitya Yan y Bélver Yin, el autor dibuja un relato que aborda temas tan complicados como el incesto, la homosexualidad, el poder, las sectas, etc...                                         
Nitya es dada en matrimonio a un traficante europeo, al poco no tardará en descubrir su aventura con el ayudante de este, agraviada por el suceso, entrará en una nueva etapa de su vida en la ella únicamente será dueña de su destino, y también de aquellos que le rodean.

Personalmente, si tuviese que elegir una virtud de esta obra, sería sin lugar a dudas la trabajada y precisa narración que construye el autor a lo largo del relato, si tuviese que elegir un contra, sería lo tremendamente sobrevalorada que me parece la novela.
 A lo largo de los años me he encontrado infinidad de ocasiones con expectativas no satisfechas, a veces por lo prometedor de los inicios de la propia historia, otras por las recomendaciones o también, como es el caso, por las críticas especializadas.
Ejemplos como "El Señor de los Anillos", o las últimas entregas de la saga de "Los Hijos de la Tierra" por citar algunos títulos, son galantes de ello, y el último en incorporarse a esa lista es precisamente "Belver Yin".

La novela de Ferrero alberga grandísimas virtudes, sobre todo en la vertiente más estética.
La recreación de la época es sublime, y uno casi tiene la sensación de respirar ese misticismo de los humos orientales que se derraman de entre sus páginas.
La narrativa propuesta se antoja precisa y dinámica, y lo que es mejor, llena de riqueza más allá de ese esnobismo recalcitrante del que a muchos autores no les es posible desprenderse.
El autor zamorano Jesús Ferrero
Hay verdaderas frases y supuestos que se graban a fuego y uno no tiene la impresión, SABE que está consumiendo una lectura de calidad que ampliará sus ángulos de visión.
Para ello, el escritor se sirve de una serie de personajes, tanto principales como secundarios, soberbios, mención especial al hijo de la protagonista, capaces de despertar todo tipo de emociones en el leyente; soberbia, enfado o compasión son una constante a lo largo de los capítulos.
Unos capítulos escuetos, que apenas llegan a las cinco páginas los más largos, para conformar una historia de menos de doscientas páginas y que se lee en un suspiro.

Ahora bien, en mi caso en particular, este relato no me termino de enganchar.
Tiene una buena historia y grandes personajes encargados de conducirla, una narración (que es sin duda lo mejor del libro) exquisita, pero aun así en ocasiones me costaba avanzar por entre sus palabras, quizás por las expectativas creadas, o simplemente porque nunca llego a atraparme del todo.
Sea como fuere, mi percepción sobre "Bélver Yin" es la de una novela sobredimensionada en demasía.
Carece de ese gancho o magia que poseen las grandes obras, ¿significa eso algo malo?    
En absoluto, simplemente que en mi caso no cumplió las expectativas generadas, ni que tampoco se atrevió a ir mucho más allá de una estética, soberbia de eso no cabe duda, pero en ocasiones parca en su desarrollo.
Parca, porque en ocasiones aparece un destello o retazo de genialidad, pero también en muchas otras, una abrupta pretenciosidad se hace cargo de los siguientes pasajes que acaban por realizar un conflictivo contraste que resulta demasiado irregular en su conjunto para su beneficio.

"Bélver Yin" no deja por ello de ser un buen libro, entretenido y con una ambientación y algunos momentos extraordinarios, pero es posible que tampoco este llamada al título de ser esa grandiosa novela de las letras hispanas de las últimas décadas.
Recomendada sin lugar a dudas, pero carente también de ese hechizo que diferencia a las grandes y que consigue hacerla recordada durante el paso de los años en la memoria del lector.

 PREMIOS: Premio Ciudad de Barcelona de 1982

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