El Almacén - Bentley Little

"Un maestro de lo macabro", se señala desde la portada, bien remarcado y visible junto al nombre del dueño de esas palabras que no es otro que el "rey del terror" (una afirmación a medias) Stephen King, que a mi entender es el paradigma de un escritor mediocre dotado de una grandiosa y perturbadora creatividad.
King se proclama seguidor de su desconocido (al menos en España) compatriota Bentley Little, y claro, a nadie le amarga un dulce, y la oportunidad de citar al escritor de terror contemporáneo por antonomasia en la portada de tú libro debe de resultar irresistible para el autor y sobre todo para la editorial.
Pero claro, harina de otro costal es el recorrido a través de esta historia y para cuando uno finiquita con ella descubre un par de cosas.
Una, que sí esta historia de terror "light" de insípida intriga satisface las "necesidades" literarias de un autor como King, se hace más fácil la comprensión del quid de la mediocridad de la obra de este.
Segunda, lo insidioso de las citas y "coletillas" de las portadas.
Están por todas partes y nunca nos agotaremos de verlas: en las películas, la literatura, la música, las críticas, etc... Rara vez sirven de un propósito distinto que el de generar una cierta “ansiedad consumista" al utilizar y MANIPULAR las palabras de las personas o artistas que admiramos.
Siempre las he detestado, "De los creadores de....", "Un imprescindible, dice Fulanito”, "La nueva obra de arte, según Menganito" y así un sinfín de pérfidas frases que poco justicia hacen a la realidad y que en "El Almacén" no se convierten tampoco en una excepción que confirme la regla.

"El Almacén" es la primera novela del autor americano que ha desembarcado en nuestro país, escrita en 1998 y seleccionada de entre más de una veintena de novelas del escritor para ser su portaestandarte en la conquista del mercado hispano-parlante.
¿Y por qué seleccionar esta historia precisamente para ser traducida tras más de 15 años desde su publicación?
Pues sencillamente por los acontecimientos de los últimos tiempos que rondan y transforman nuestro país, y es que, nos encontramos simple y llanamente, es un caso de oportunismo por parte de la editorial.
La historia se sitúa en una pequeña comunidad rural donde la irrupción de una gran cadena de centros comerciales en el pueblo sirve para alterar la totalidad y funcionamiento de la pequeña y apacible comunidad.
Sin lugar a dudas es el aspecto más meritorio de la novela pues pareciera que se hubiese escrito hace unos meses y rebosa esa frescura resultante de abordar un tema de "vetusta" actualidad que le sirve, para como mínimo capturar la atención del lector, pues narra de una manera muy amena, aunque muy simplista también sea dicho, una suerte de manual de cómo arrastrar una población a una situación crítica o de crisis económica, estableciendo por ende un ominoso paralelismo con la situación de nuestro país y la certeza inapelable de que ese ha sido el motivo elegido por la editorial para hacerse con los derechos de publicación.

El autor: Bentley Little
Little aborda en clave de denuncia diversos temas tan interesantes como el corporativismo, el ecologismo, las privatizaciones, la corruptibilidad, o el que más enervante puede resultar, el de la inactividad ciudadana, que resultaría difícil de creer si no fuese porque lo hemos vivido de primera mano hasta que este país saltó por los aires.
El problema de estos conceptos es la simplicidad con la que han sido planteados en la mayoría de las ocasiones: sondeaos, descritos y poco más.
A veces resultan un mero proceso de enumeración a lo largo del libro, en un capitulo se privatiza un servicio, en el siguiente otro distinto y el autor va descuidando este aspecto a medida que se desarrolla la trama.
Cierto es, que sí uno quiere comprender el funcionamiento de estos conceptos, un "best-seller" no es el lugar idóneo donde encontrarlos, pero la frivolidad con la que en las diversas situaciones se desgranan estos temas acaban por propiciar una pérdida de profundidad en la novela que hace que se resienta y erosione sus pretensiones de denuncia.

Así que, "El Almacén" (nombre de la cadena en el libro) se instala definitivamente en "Junniper" (el pueblecito de la novela) ¡pero!...No es lo que parece.
Extraños sucesos y desapariciones comienzan a acontecer y un entenebrecido halo de temor se termina por asentar en la comunidad.
Y es con este ente, el de "El Almacén", con el que el autor estadounidense más se recrea y se divierte, y desgraciadamente se nota que lo hace.
El fanatismo, la religión y el sectarismo que deberían de encargarse de dotar a la historia de ese componente de terror que se pretende no consiguen ser debidamente integrados.
Las extravagancias y exageraciones comienzan a adueñarse de las hojas y el interés ganado en las primeras páginas del libro se va disipando una vez que alcanzamos el ecuador y la trama da paso a un desarrollo marcado por altibajos y una manida y anodina resolución en sus compases finales.
Las ínfulas de denuncia iniciales que bien parecían tener cabida se desvanecen a un ritmo vertiginoso en detrimento de la pretenciosidad y una experiencia final a lo largo la historia que acaba por resultar aburrida, mediocre y que no tardará en desaparecer de nuestra memoria y retina.

A favor podríamos decir que tiene una narración muy dinámica, pero claro, la prosa del autor es tan simple que sería inconcebible que no lo consiguiese.
Capítulos cortos, plagados de diálogos y de muy fácil digestión, muy en la línea de los "best-sellers" americanos, terminan de incitar a que el libro nos dure unas pocas tardes, si bien la nimia historia y atropellado desarrollo juegan en su contra.
Ahora bien, aun intentando extraer todas las virtudes de esta historia, que siempre lo hago aun cuando tropiezo con libros mediocres o malos, dudo que consiga asustar o perturbar alguien como novela catalogada en el género de terror, y también dudo que sea un entretenimiento recomendable frente a otras propuestas.
Hay infinidad de opciones mucho más atractivas que esta historia que en su haber posee escasas virtudes y su premisa más atractiva resulta la de estar de terrible actualidad.
Personajes planos y totalmente antipáticos, una historia manida, mal desarrollada e incapaz de generar momentos de tensión bien construidos.
Quizás si la encontráis a buen precio (como me ocurrió a mí) y disfrutáis de los superventas llegados del país de las hamburguesas puede que os resulte entretenida, si no es el caso.....allá vosotros.

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