Bomarzo - Manuel Mújica Láinez

Bomarzo es considerada, en inusitado consenso por parte de la crítica, al menos en su grueso, como la obra cumbre del escritor argentino Manuel Mujica Láinez, considerada a su vez como un clásico de las letras hispanas de los últimos tiempos.
Comenzó su gestación a raíz de la visita que el autor realizó al propio Bomarzo junto con el pintor Miguel Ocampo y el poeta Guillermo Whitelow en 1958, a los cuales dedicaría el libro de homónimo título que vería la luz en 1962.

La historia que Mujica plantea se encuadra en el Bomarzo del renacimiento (S. XVI) y hace de Pier Francesco Orsini su protagonista absoluto, componiendo en torno su figura un minucioso y preciso cuadro de lo que fue dicha época.
Intrigas, pasiones, muerte, guerra, excesos, arte... son algunas de las diversas pinceladas que colorean la vida del Duque de Bomarzo, del giboso, del contrahecho...
Condición física la suya, que en una edad de simetría y belleza que todo lo rige, no tiene cabida y que acaba por relegar a este Orsini a la perpetua humillación de aquel que no cumple las normas estéticas imperantes en la sociedad.
A la postre, serán esas circunstancias las que acaban por conformar un carácter, egoísta, artero y malicioso a la par que singularmente vulnerable.

Esta novela histórica se sirve de la vida de Pier Francesco Orsini, conocido también como Vicino Orsini para cimentarse.
El mediano de tres hermanos, hijos de la insigne estirpe Orsini, al que su deformada espalda consigna desde su más tierna infancia a la perpetua tormenta de una existencia oprimida y despreciada cuyo único amparo reside en la figura de su abuela Diana Orsini, la que también, ejerce como una suerte de balanza espiritual para prevenir el envilecimiento de su persona.
Objetivo este alcanzado a medias, pues a medida que suceden las páginas, los acontecimientos y las afrentas, Vicino Orsini comienza a emponzoñarse y a atesorar un rencor y egoísmo que lo conducirán en más de una ocasión a confrontar sus lados más oscuros.
El paso de los años lo vuelven una persona más amarga, insidiosa y en ocasiones despreciable, ¡pero! (y he aquí una de las grandes virtudes de esta obra) Mújica escribe con la debida minuciosidad y habilidad para que el lector nunca olvide que Vicino también es una víctima más, una víctima de la crueldad de su época, pero sobre todo, prisionero de su corcova, que le "obliga" a cometer las acciones más abyectas para poder sobrevivir.

La línea temporal en la que la obra se desarrolla abarca toda la vida del protagonista, en la cual diversos acontecimientos históricos del Renacimiento tales como la coronación de Carlos V o La Batalla de Lepanto  se entrelazarán para jugar papeles fundamentales en el desarrollo del personaje; así como la idiosincrasia de las gentes, las intrigas pontificias; y otras tantas de toda índole, o multitud de personajes y familias celebres del periodo: Medicis, Buonarroti, o el propio Cervantes, por citar algunos de los ejemplos que aportarán su granito de arena a la excepcional vida de este Orsini, que alcanzará su culmen en la creación del “Parque de los Monstruos”.

Una de las esculturas de Bomarzo
Trasladar al leyente a aquella Italia histórica, sensual, ampulosa, de infinitos excesos; requiere y obliga a un ingente denuedo por parte del autor para describir y perfilar cada uno de los apartados de una ambientación tan compleja como sutil; desde el arte de entonces, hasta el profundo escrutinio de la sociedad, pasando por el contexto histórico del momento, etc..
Ese empeño desemboca en una narrativa elegante, precisa, tan fecunda en adjetivos como preciosa; si bien en algunos momentos, carente de un cierto dinamismo que se puede llegar a echar en falta, pues en ocasiones se torna una obra demasiado contemplativa, al menos para mí, a lo que tampoco ayuda, el hecho de que la novela prescinde casi en su totalidad de líneas de diálogo, adoptando en su estructura una narración total a lo largo de sus casi 700 páginas, y aunque este último recurso, a mi entender, no es un lastre, si puedo comprender a otro/s lector/es que busquen un desarrollo más enérgico y revitalizante que el que en ocasiones se presenta en el relato del argentino.

 ¿Pero qué tal resulta este "Bomarzo"?
Ciertamente la historia propuesta por Mújica es digna de elogio, el esfuerzo y corazón dedicados al libro rezuman por todas sus hojas; la labor de documentación es soberbia, la recreación exquisita y la vida de Vicino apasionante; aderezada esta con unas gotas de fantasía, y con un cierre en su haber redondo.
Y aunque todo lo que hace, lo hace, no bien, sino excelentemente, no llega al esplendor de otras obras como puedan ser "El Nombre de la Rosa", "El Clan del Oso Cavernario" o "Yo, Claudio", que hasta la fecha siguen conformando mi pódium en el género de novela histórica.
Le falta quizás, esa chispa que le dé más empaque, ese "algo" que grabe en nuestros recuerdos la sensación de haber alcanzado un estadio muy especial que solo finaliza al cerrar la obra en cuestión y que sobreviva a las lecturas venideras como una nítida fotografía y no como un borroso bosquejo.
Bomarzo es una historia ejemplar, más que notable y digna de ser leída y recomendada, en especial, por aquellos habituales del género histórico.
No está exenta de problemas, por ejemplo, la escasa profundidad de algunos secundarios muy importantes para el desarrollo de la trama (salvo en contadas excepciones, como por ejemplo, Diana Orsini) en detrimento de la omnipresente figura protagonista resulta, en mi opinión, un tanto incomprensible, pues a veces da la sensación de que estos fluyen según las necesidades de la historia (cosa que por otro lado es para lo que sirven) resultando fundamentales para ello pero descritos y abordados de manera un tanto superflua e intrascendente en algunos momentos.

No albergo pretensión de banalizar una obra como esta, pues a las pocas páginas de comenzar su lectura se transluce su compleja profundidad, quizás por ello, si eres un neófito en este género querrás probarte con otros ejemplares (como por ejemplo los anteriormente citados) antes de aproximarte a este libro.
Si por el contrario estás más que curtido en este género, te invito enérgicamente a que la descubras, pues como ya he recalcado en innumerables ocasiones a lo largo de esta crítica, Bomarzo es una magnífica lectura y un vistoso portaestandarte de las lenguas hispánicas de las últimas décadas.


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